Es una noche de lluvia. Estoy en la cama, junto a la mujer a la que amé ayer, a la que amo hoy, y a la que ansío amar mañana. No consigo dormir por una maldita frase que acaba de sonar por la radio.
La condición humana es así. Y no podemos luchar contra ella – ha dicho el eminente psiquiatra español, afincado en los Estados Unidos.
Ni el sueño que tengo puede vencer a esta lucha que mantengo conmigo mismo y con las palabras que aún viajan por mi habitación a oscuras.
Nuestra condición no es esa. Es más, no creo que todos tengamos condición.
Algunos la tuvieron y la perdieron, otros no la han encontrado aún. A otros, otra persona se la desniveló.
Porque no todos los hombres somos iguales. ¿ Y qué decir de los mismos españoles?, ¿lo somos?. Tampoco somos iguales todos los andaluces, ni todos los granadinos, ni todos los motrileños, ni todos mis vecinos.
Ni siquiera somos iguales todos mis hermanos, y nos pusieron las mismas condiciones.
Ni siquiera yo seré mañana este mismo que está aquí escribiendo porque no puede dormir.
Porque mañana dormiré, y sólo eso me hará ser un hombre diferente al de hoy… con otra condición.
Aquella facultad de dormir a pierna suelta, como tantas otras, la perdí hace mucho tiempo. Ahora, no soy más que un vago recuerdo de lo que antes fuí. Una falsa ilusión. Y mañana seré otra persona diferente, pero con una condición… y no seré yo quien la ponga.
DEJA TU COMENTARIO (bueno o malo)