un relato de una tarde cualquiera en la Puerta del Sol, pero podía ser en cualquier otra Plaza de España.
Hay tanta gente que nadie ve a nadie. La mayoría pasea a toda prisa. Otros no… Otros se detienen mirando un reloj que les recuerda un momento mágico de sus vidas… un momento del pasado que ya no volverá.
Otros, algo solitarios quizás, se cansan del ruido de la multitud vacía… Todos huyen de algo.
Entre todos ellos se encuentra una mujer universal, bella como ella sola. Un auténtico nido de deseos y de envidias.
en pdf……………….. puerta-del-sol1
Seguro que escribe sandeces sobre el amor y el futuro.
Y es entonces cuando derrama una lágrima. No sabe si de lástima o de qué. El
rencor lo dibuja con sus uñas clavadas sobre la piel del caro bolso. Nunca
soportó las injusticias, y menos esas ante los que los demás permanecen
impávidos.
Pobre muerto de hambre, bastardo del odio y el olvido, que escribe versos al
tiempo y la memoria. Que no tiene fortuna y quiere robarle la belleza a los
árboles en flor para ponerla en su pobre cuadernillo que nadie leerá. ¡Que bonito!
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siempre que rehaces tu vida queda ahí el recuerdo de la otra. Siempre sale. Muy bien escrito. Me he visto reflejada a un porcentaje alto.
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cagada, cagadita, cagadirurí
cagada, cagadita, otra vez aquí
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¿que querías hacer un culebrón rosa para amas de casa?
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yo conozco esos sitios que describes, la administración de lotería, la heladería, y a ese mendigo lo he visto por allí también. muy buen relato
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parece que a Miguel no le ha gustado mucho el relato
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