Mira bien la imagen que te muestra mi pensamiento. La dama rechaza al caballero arrodillado con un fuerte puntapié y él, en el interín, ha volcado su copa…
Ella es la Sabiduría Tradicional, la Iniciación misma que rechaza al burdo racionalista que se le acerca henchido de soberbia y de saber profano. El tiene un libro en la mano, al que sostiene con cuidado pues cree que su tesoro es la ciencia vulgar y materialista, pero ha desdeñado lo más valioso, volcando la copa que contiene el néctar de la Sabiduría Espiritual. Su orgullo y suficiencia lo pierden y descalifican… lo hacen humano en tierra prometida. Aun así, su propia ignorancia le hace creer saberlo todo… y en realidad lo ignora todo. Su humildad es fingida y aún cuando implora de rodillas – fíjate bien que solo es capaz de hincar una de sus articulaciones – él es bruscamente rechazado. Nadie engaña a Dama Sabiduría y ella sabe que él ha derramado el nectar de la inmortalidad, negándose a conocerse a sí mismo. Esto último le inspira mucho temor pues le horroriza enfrentarse a sús múltiples flaquezas. No es más que un usurpador burlado y que se aferra a la letra que mata, rechazando e ignorando al espíritu que vivifica.
Y mañana vivirá, y reirá… y seguirá sintiéndose más que nadie… Pero ya no engaña.
confieso: me ha parecido ‘genial’
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me confieso como RAquel
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interesantísimo
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creer saberlo todo, es no saber… interesante discernimiento, muy preciso.
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es un texto que me ha dado muchas respuestas en mi vida diaria, gracias al que lo pensó y lo hizo saber
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Profundo y sensible la humildad como valor humanisante que da paso a la sabiduría y nos lleva al conocimiento del ser ,saber y hacer inacabado de la perfección buscada y deseada por los hombres de mente abierta ,generosa que contagia y alimenta a los demás.
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