Ahora me dices que todo fue un error.
Me hablas de cosas que ya sabíamos.
Me hablas de una esposa,
Convertida ahora en otra esposa
me hablas de un marido
convertido ahora en un grillete,
me hablas de pequeñas chiquillas
que, después de ti, hieren como cuchillas,
Dime todo lo que me quieras decir,
O mejor sigue así, sin decir nada
Pero no me robes todo eso que me diste
Y que yo quiero seguir guardando
porque estos besos que están aquí,
guardados porque tú me los regalaste,
no te los pienso devolver
porque no te pertenecen ya
Esos, como tú,
ya son míos y eternos
son agua y sal en verano
y calor y mantas en invierno
Recuerda esa mágica noche
Recuerda cómo tu ropa caía
Y junto a la mía hizo cama
Y cómo caímos sobre ella.
El vino se derramaba por el suelo
Y tú y yo éramos uva
Mojaste mi cuello eléctrico
Y me hice tuya eternamente
Y desde entonces sueño que vuelves
Disfrazado de noche y de aire
Y haces de mi cuerpo vino suave
que nadie más sabrá saborear sino tú
lloro y te beso todos los días a escondidas
Mientras tú pasas y esquivas mi mirada
y te devoro ansiosa, y te poseo a diario
Cuando no ves que me acerco por tu espalda
viniste a mí disfrazado de pasión
Y ahora te has dibujado todo dolor
eres como ese secreto que no puedo confiar
y que me va matando muy despacio
Por eso te digo.
Háblame de todo lo que quieras,
pero no me digas que todo fue un error.
El error sería olvidar todo…
Olvidar que para vivir hay que recordar
que nunca más serás mía
y que volverás otra vez con él
y me olvidarás eternamente
Y para eso… mejor morir
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