BAJAR DEL CIELO (RELATO)

Aquí dejo un nuevo relato de una mujer y un hombre. En realidad de una mujer y dos hombres, y otra mujer, y una relación peligrosa… Habla de amor, de placer, de pasión, y de miedos.

«La historia de Susan no empezó – ni siquiera para ella misma – el cinco de Febrero de aquel lejano año en el que nació. Su verdadera historia, esa que la hizo sentir plena, arrancó un cinco de Agosto, treinta y cinco años después.
Hasta ese cinco de Agosto Susan quiso. También fue querida… Y siempre fue feliz, o eso mismo creyó, sin ser consciente de que aún quedaban huecos sentimentales y físicos que no había conseguido, no solo llenar, sino tampoco percibir.
Pero fue a partir de ese caluroso y extraño día de Agosto cuando Susan amó, y también fue amada.
Todo comenzó como un juego, como dicen que suele pasar… pero esta vez era verdad.
Todo comenzó con una partida de ajedrez jugada en una calurosa tarde estival junto a la piscina de su lujosa urbanización.
Y las partidas de ese enigmático juego de mesa o terminan en tablas (y todos tan contentos) o alguien  hace un jaque, y el otro queda “mate”.
Pues así pasó, aunque a ella misma le costara reconocerlo.
Durante la partida hablaron de sus parejas, de sus vidas, como siempre hacían, y de la última cena que habían compartido en casa de Susan el fin de semana anterior.
Bajo el sol abrasador, buscando la jugada perfecta, lo pasaron bien. La verdad es que siempre lo pasaban bien porque se conocían desde hacía mucho tiempo y tenían cierta complicidad.
Fue en mitad de la partida cuando Susan vio algo extraño que le hizo sentir mal. Juan miraba descaradamente sus senos, y en su rostro encontró tanto deseo que no pudo mas que ruborizarse.
Tentada estuvo de levantarse y marchar, pero lo que hizo fue mirar en derredor para comprobar que ningún vecino les mirara. Se asustó.
Al ver que todos seguían en sus quehaceres, se sintió mejor.
Puri, la del quinto, enseñaba a nadar a su pequeña Estela, que no dejaba de mover manos y piernas con poco éxito, porque siempre terminaba hundiéndose.
Encarni, la del séptimo, leía un libro de Ken Follet mientras fumaba tumbada sobre una toalla de Fanta. A su lado, sus dos hijos daban cuenta de sendos sándwiches de mortadela.
Era Dioni, la vecina del segundo, quien le miraba con cierta extrañeza, pero no le sorprendió. Nunca se habían llevado bien desde aquel altercado en la reunión de la comunidad por culpa de una derrama, y además siempre pensó que iba detrás de su marido.
En realidad iba detrás del todo el bloque, y se comentaba que ya se había acostado con más de un vecino, a pesar de estar casada.
Uno de los muchos que decían que se había acostado con ella era precisamente Juan. Él siempre lo desmintió, y ella le creía.
Dioni siempre vestía de manera provocativa, con minifaldas que tapaban poco muslo, con generosos escotes, y en la piscina era un auténtico espectáculo con esas minúsculas tangas que la hacían más espectacular de lo que ya era.
Sí, era una mujer digna de las envidias de todas sus vecinas, incluida Susan.
..»

léelo en pdf……………..bajar del cielo

7 comentarios

  1. cómo me gustaría ser esa Susan. ¿No os habéis dado cuenta de que hay una época en tu vida en que todo cambia, en que te sientes diferente, en que cualquier mirada puede hacerte sentir así?
    Yo aún estoy temblando al leer esa historia. En el jardín de casa, junto a los vecinos. Qué morbazo

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  2. Pues veo alguna semejanza con Marga y Javier: aquellos amantes platónicos.

    En este relato, Susan hace muy bien en vivir el momento a tope, aunque el «pavo» este se haya tirado a todas las vecinas de la urbanización es coqueto, de sonrisa profidén y le suelta a bocajarro: «Te deseo. Estoy enamorado de ti». Una bomba de relojería para esta mujer al alcance de la mano.
    Me ha gustado mucho esa frase de «la sequía permanente de sus ojos»: Es preciosa.

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    • Estoy con Lola. Me gusta darme una vueltecita por aquí y cuando no veo nada nuevo empiezo al azar ha pinchar en otras historias. Y como dice Lola mientras leia he tenido siempre en mente la historia de Marga y Javier, ahora cambian los nombres Susan y Juan. La verdad que esto me hace pensar que esta historia es una gran realidad plasmada una y otra con diferentes nombres

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  3. otra mariconada más de Josa y sus nenas. ¿Dónde están aquellos relatos como SFORTUNA? ESE SÍ QUE ERA UN GRAN RELATO. O AQUELLOS DEL ÚLTIMO ROMÁNTICO.

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