LA VERDAD OCULTA DE ANTONIA QUIJADA (cambiemos la historia del Quijote)

Se celebra el Concurso «Cambiemos la historia del Quijote»

Yo he presentado este texto y ha sido seleccionado para la fase final (han pasado 20 de más de 1000 presentados)

La historia es que tienes que coger las primeras frases del Quijote y cambiar su historia pero dejando la esencia. Yo, empecé a escribir y me salió esto. La verdad es que ha sido divertido hacerlo. Espero que te guste (y al jurado)

«En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.
Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo y los días de entresemana se honraba con un vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte.
La joven, que tenía a bien el llamarse Antonia Quijada, alejando los miedos que le impedían realizarse diariamente, y sentada en la vieja mesa de la estancia más luminosa, canturreaba una extraña canción mientras escribía con ayuda de una elegante pluma que no pertenecía sino a su ausente tío, y amo y señor de la hacienda.
A través de la ventana abierta observaba el duro trabajar de aquel mozo de campo que allí trabajaba y que cargaba cajones de paja, con el torso desnudo mientras fantaseaba con placeres desconocidos y que ansiaba pronto reconocer.
Tras él no había nada, salvo un vasto manto dorado bordado por millones de espigas trigales, adornado también con algún que otro árbol reseco, y por un pequeño riachuelo – completamente seco – que ya llevaba varios años siento utilizado como vereda y se perdía en lontananza.
La joven, a la que el hidalgo llamaba sobrina la mayoría de las veces,  Antonia cuando con ella se enfadaba; y joven Leonina cuando quería agradecerle cualquier detalle para con él, haciendo así alusión al nombre de su padre,  era la única y solitaria hija del menor de sus ya todos difuntos hermanos.
Como ya he mencionado apenas llegaba a los veinte, y si los sobrepasaba era por bien poco.
Vivía con su tío desde aquel día en que su padre, Leonino Quijada perdió no solo la vida, sino también la honra, al ser descubierto en el lecho de una mujer adúltera a la que también escarmentaron ese mismo día.
Gran aficionado a todo tipo de caldos rojizos – le daba igual si eran malos o peores – era más fácil verlo embriagado que en estado sereno. Y cuando lo estaba, pasaba aquel su tiempo rondando a mujeres – igual solteras que casadas – que solían caer en sus redes con bastante facilidad por culpa de una belleza sin igual.
Decían de él que era tan apuesto que ni el mismísimo Alejandro, ese al que llamaban el Magno, podría comparársele.
Fue en casa de una de sus muchas amantes, una mujer casada con un hombre mayor al que no quería sino por sus haciendas y sus muchos reales, donde le descubrieron entre unas sábanas que no le pertenecían.
Fue en ellas mismas donde le amortajaron, dejándole esa noche en la misma puerta de su casa donde la niña Antonia lo encontró a la mañana siguiente, lo metió en casa, lavó sus heridas de cuchillo – que recorrían toda su anatomía – y le dio sepultura sin soltar una sola lágrima.
Antonia no tenía más de diez años cuando el terrible suceso, teniendo que abandonar la plaza donde malvivían, y siendo recogida por su tío Alonso, que le dio en solo un día más cariño que todo el que recibió de su padre en diez años.

Tenía la joven Antonia el pelo rojizo – como su difunta madre, a la que apenas conoció, sin saber nunca el motivo de su desaparición – y recogido con un moño trasero. Tenía una cara blanquecina, con grandes lunares, y parecía ese pan que el panadero aún no hubiera tostado en el horno.
Toda ella era la viva imagen de su madre – decían los que la conocieron alguna vez – que, como ella, era una mujer poco agraciada pero muy inteligente, y de la que se decía que vivía en la gran ciudad escribiendo obritas de teatro con bastante éxito entre el poblacho.
Y la falta de belleza no fue lo único que nuestra Antonia había heredado de esa madre de la que nunca nada supo, salvo que un día, cansada de infidelidades y de un marido que nunca la quiso, se marchó de casa para realizarse como persona que era…»

todo el relato en pdf…………..EN UN LUGAR DE LA MANCHA

19 comentarios

  1. he sido la primera en leerlo?
    qué bueno es. Es fantástico. Oye y porqué no iba a ser la historia así cuántas mujeres tuvieron que hacer algo parecido. Muchas gracias por el buen rato que me has hecho pasar

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  2. amigo Josa, te vas haciendo un escritor. Ya sabes que no soy dado a los halagos, así que quédate con la primera frase. Le has conseguido dar la vuelta al Quijote y que siga pareciendo real. FElicidades

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  3. eres el mejor escritor moderno que he leído. Hace mucho que te sigo y estoy enganchada a tus historias. TE lo digo en serio. ¿Y aquellos amantes platónicos que ha sido de ellos?
    echo de menos un relato erotico o sensual. Los bordas

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  4. esta historiia que has escrito es una auténtica maravilla que todo el mundo tenía que leer. ¿Y quién te dice a ti que no ha sido escrito por una mujer? Sería otro de los muchos atropellos contra la figura femenina a lo largo de la historia.
    Feliciades. La historia es creíble

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  5. hola, yo me llamo Antonio Quijada, curioso no? He leído la historia y puede que yo sea de su familia. vivo en Argamasilla de Alba

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  6. hola josamotril, encantada de conocerte. Me encanta tu blog y me gustan muchas cosas que he leído, pero esta historia de Antonia me parece fantaástica. Te mando mi email para que te pongas en contacto conmigo en cuanto puedas con la idea de trabajar este texto para una asociación de mujeres de Teruel. Gracias
    eugeniamendo1@fram.teruel.es

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  7. he tardado mucho en leeerlo por que es muy largo pero me ha encantado. Me ha parecido muy original y lo mejor que tambien me ha parecido creible ¿y porque no?

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  8. recién terminé de leerlo. Soy profesora de instituto de educación de segundo acá en Jalisco y una gran apasionada de El Quijote. Como mujer feminista que soy doy un voto de confianza a esta Antonia Quijada. Cuántas historias no más nos habremos creído que fueron redactadas por hombres cuando en realidad fueron las féminas las autoras?

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  9. ME HA ENCANTADO EL CAMBIO DE REGISTRO DE LA HISTORIA Y ME HA HECHO PENSAR LA DE MUJERES QUE HABRÁN TENIDO QUE «DONAR» SU ARTE A HOMBRES. ¿CUÁNTAS MUJERES NO HABRÁN SIDO LAS VERDADERAS ARTISTAS EN LA HISTORIA? FELICIDADES POR LA HISTORIA DE ANTONIA

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