A veces, al dormir, el deseo es irremediable. Olvidarla es lo más cercano al descanso, y es por eso por lo que yo huyo de cerrar los ojos cuando estoy a su lado. Con el paso del tiempo, mi cuerpo ha comprendido que lo único que necesito para descansar no es dormir, sino dormir despierto a su lado, pegado a ella, convirtiendo mis manos en enredaderas que trepan por sus paredes lentamente, agarrándose sin miedo, clavando mis espinas para que nadie pueda soltarme, pero siempre con el cuidado de no dañarla. Aun así, a veces me duermo, pero al despertar, ella aún permanece en mi cabeza. Ella ya está ausente pero la sientes más cerca, y cuando estuvo cerca físicamente era cuando más ausente estaba. Extraña condición esta del amor.
Ya estoy cansado de esta velocidad para llegar a ninguna parte. Ahora, cuando se va – que es más de lo que uno quisiera – la sensación de hastío es inevitable. Sin él, sin ella, ni con él ni con ella, ni hoy, mañana o nunca. Parecemos marcados para la dependencia instantánea, no eterna. Por suerte nada perdura, excepto los recuerdos… Y yo tiendo a guardar los amenos, que son los que ella siempre me ha regalado.
Es por eso por lo que yo grabo cada instante a su lado, cada pestañeo mientras duerme, cada roce no buscado de sus manos con mi piel, cada vez que sus labios se acercan a los míos sin besarlos finalmente, pero estando a punto de hacerlo, cada vez que me mira, aunque sea por casualidad al girar su cabeza… Es todo eso lo que me hace sentir vivo, lo que me hace desear, y lo que grabo en mí para que nadie – ni el maldito reloj que siempre nos separa al alba – pueda arrebatarme algo que solo es mío. Y eso no puede quitármelo nadie… Ni siquiera ella. ¿Egoísmo? No. Simplemente es esta extraña condición humana que me ha tocado y que no sabía de su existencia hasta que la conocí… Y de eso hace ya tanto, que ni me acuerdo…Siempre parece que fue ayer, menos cuando la veo dormir a mi lado. Es entonces, cuando siempre es hoy… Y el hoy no pertenece a nadie más que a mí.
Me gusta y mucho. Me quedo con «Parecemos marcados para la dependencia instantánea, no eterna».
Un beso.
Me gustaMe gusta
¿sabes? estoy trabajando y me encuentro triste. Supongo que será por este día de perros que llueve, hace frío y esto que has escrito me ha puesto mas triste aun. Esta vida es una puta mierda
Me gustaMe gusta
Me gusta que escribas en primera persona. Le da un toque especial al texto.
A mí no me parece triste, me parece melancólico. Y la melancolía es peligrosa en ciertas dosis.
Eres grande, Josa.
Me gustaMe gusta
comae ¿y estas frases? Es por eso por lo que yo grabo cada instante a su lado, cada pestañeo mientras duerme, cada roce no buscado de sus manos con mi piel, cada vez que sus labios se acercan a los míos sin besarlos finalmente, pero estando a punto de hacerlo, cada vez que me mira, aunque sea por casualidad al girar su cabeza…
Eso es esperar más de lo qeu nadie te dará nunca. Me encantaría que alguien me viera así alguna vez
Me gustaMe gusta
perdona, habré cometido el error de quedarme con una sola frase, no quiero decir que no me encanten todas y cada una de ellas, pero con esa, en concreto, me identifico.
Me gustaMe gusta
magistral. Eres todo un poeta
Me gustaMe gusta
eres un auténtico crack. Le pegas a todos los palos, como hacía Juanito Valderrama con el flamenco
Me gustaMe gusta
vaya cagada de ¿que es esto?
menudo montón de mierda. Todas las mujeres son unas pu… y como sigas así ya te darás el batacazo. Todas. No se salva ni una. YO confíe en una y joder que mal acabaó la cosa
Me gustaMe gusta
pues no está nada mal
Me gustaMe gusta
ME GUSTA
Me gustaMe gusta
¿Corín tellado ahora?
Me gustaMe gusta