Neruda, por si no lo sabes, era un gran amante de la comida y de la bebida. Producto de ese amor fue el nacimiento de un cóctel de su invención, llamado Nikolasa, al que le atribuía propiedades vigorizantes.
¿Cómo se prepara?
Se necesita un buen cognac, gajos no muy gruesos de limón y un recipiente con azúcar. Neruda recomendaba que se exprimiese el gajo de limón, se lo frotara en el azúcar, se lo llevara a la boca y allí se lo triturara para recién después darle un abundante sorbo al cognac. El particular tónico fue probado por el narrador uruguayo y amigo de Neruda, Alfredo Gravina, durante una reunión. Los invitados no olvidaron la escena. Luego de tragar el brebaje se vio al hombre gritar y saltar enfurecido, correr en todas direcciones y hacer todo tipo de ademanes. Dicen que la calma no le llegó ni siquiera cuando terminó de trepar un árbol que había en las inmediaciones.