Todas las mañanas, al despertar, encuentro al otro lado de mi cama un sabroso pastel que, unas veces parece de chocolate, otras de crema, y otras muchas de merengue… Todo depende del haz de luz que entre por la ventana para iluminarlo, y de la estación del año en la que el sueño se aleje de mi lado.
Eso sí, siempre se ve delicioso, crujiente, irrechazable… Y no solo se ve. Yo sé que es así como sabe porque ya antes lo he probado – muchas veces – y sé que tras el flambear de su cuerpo recién horneado se esconde un reloj hecho de harinas húmedas, en el que los eternos segundos se disfrutan siempre en compañía.
Vencido por el repentino despertar cierro los ojos para intentar igualar la partida, pero entonces aparece ese olor que me embriaga… Ese olor que me hipnotiza, y que me hace abrir los ojos de nuevo para mirar donde los guía mi pituitaria.
Tengo un apetito voraz que escapa de mi piel y mi boca, pero, una vez más, mi cuchara no puede acercarse hasta su cuerpo flameante y tembloroso al recordar una cosa. Y es que yo…
EN WORD………………………YO SOY DIABÉTICO
qué bueno el diabetico. Y con ese pastel todos los días. Mal final le veo a ese hombre. Me ha gustado mucho
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luego dirá Miguel que somos tontas y que esto es literatura para mujeres. Pues que le den a Miguel. Me encanta
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ay esta gente, o gentecilla o gentuza de tu blog que no saben mas que insultar sin argumentos. De todos modos diré que cuando algo está bien escrito no es ni de hombres ni de mujeres, sino universal. Ah, y este no es el caso. Sigues haciendo literatura para mujeres
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Se me ha hecho la boca agua, oye, y eso que yo no soy golosa…
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Se me ha hecho la boca agua, oye. Y eso que yo no soy golosa.
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¿ese pastel no será una mujer?
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pues a mí tampoco me gusta. Ya está bien de idealizar la figura del matrimonio para siempre. Eso no existe, ni siquiera en literatura
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eres todo un renacentista. No paras tío. Me alucinas
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tienes unas expresiones tan dulces que a veces parece un poema. Me gusta tu sensibilidad ¿femenina?
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lo dicho: bah
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Tu relato es un poco como la película “Chocolat” con Johnny Depp y Juliette Binoche. La acción principal transcurre en la chocolatería de ella. Entre tantas exquisitices de cacao y demás…ya no importaba la historia. Importaba el hambre que sentías en la butaca del cine.
El relato es bello en cuanto a palabras y adjetivos.
¿un poco empalagoso quizás?
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es empalgoso, como el chocolate y lo empalagoso se hace así al final, después de hartarte de él. Me gusta Josa
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c cuantas miradas diferentes sobre este pequeño pero gran relato. Claro, pequeño gran relato para mi, soy diabetica. Cuantas veces es soñado despierta no ser diabetica para poder comerme ese pastel sin culpa alguna. Creo que los comentarios plasmados fuero hechos alejandose de real objetivo del relato. Este, el relato, va mas alla de los hombres o mujeres, o si lo prefieren, mas alla de las mujeres o de los hombres; de lo dulce o salado.
Cambiemos la patologia, lo que se desea, o el desvario y que le quepa a cualquiera!!!!!!!!
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ese pastel es su mujer, pero en la ficción. Ningún hombre puede amar a una mujer más de diez o doce años. sé lo que digo
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