EL OTRO DÍA PASEANDO CON LAS NIÑAS ME ENCONTRÉ UN ÁRBOL CON UNA EXTRAÑA FORMA. SEGÚN MI HIJA – QUE NO LE FALTA IMAGINACIÓN – TENÍA FORMA DE OSO Y ME DIJO SI NO HABRÍA ENTERRADO ALLÍ UNO. ASÍ NACIÓ ESTO:
– Ojalá pudiera estar siempre así, entre tus brazos – dijo ella, abrazada a ese amante que tan prohibido le estaba y que tanto placer regalaba, no solo a su cuerpo.
– Deseo concedido – dijo su esposo, saliendo de entre los matorrales y apuntándoles con su vieja escopeta de caza. Ella no supo qué decir. Su amante, sabiendo que el fin había llegado, se abrazó a ella con más fuerza y esperó a que el estruendo de la escopeta se clavara en su costado. Después otro… y otro más… Y otro, y ambos cayeron al suelo, abrazados y muertos.
Y su deseo, cientos de años después, sigue cumpliéndose, bajo ese árbol donde él les enterró y donde nadie les encontró jamás, hasta que alguien empezó a sospechar.
Bajo el árbol encontraron no solo dos, sino tres seres. Uno estaba oculto en el interior de ella… y fue esa semilla la que se abrió paso, creando el árbol más bonito que nadie nunca haya visto y donde ellos descansan… Libres al fin.
lo siento, el dibujo es mío. Luiyi, arregla esto.