UN MILLÓN (desvarío mental)

Cuando empezó con la aventura de compartir las cosas que escribía nunca pensó que a la gente pudiera interesarle lo más mínimo. En realidad él empezó a escribir cuando nadie lo sabía, en su época de instituto, cuando se cansó de leer, cuando los finales de muchas historias no le convencían y se creía en la necesidad de cambiarlos, o, al menos, hacerlos más suyos. Así empezó todo, cambiando historias escritas por otros… La primera fue una redacción sobre un viaje en el tiempo para un trabajo de Historia. A la profesora le gustó tanto que le invitó a escribir.

¿Yo escribir? – pensó él, que solo creía saber leer. Pero se fue animando y empezó escribiendo historias que le hubiera gustado hacer realidad… Primero mantuvo una relación con una chica del instituto que ya tenía novio, luego con otra, y, finalmente, con una mujer casada. También ganó partidos de fútbol marcando goles imposibles y, sobre todo, viajó a sitios que solo conocía a través de fotografías. Su primer viaje fue a Egipto, y el segundo a Saint Michel. Fueron tan reales que realmente creyó estar allí, y le gustó eso de escribir.

Escribir fue como hacerse protagonista de historias que siempre acababan bien. Con el tiempo, eso también le aburrió y optó por finales diferentes.

Siguió escribiendo sin otro aliciente que el de divertirse a sí mismo, pero su sorpresa fue mayúscula al comprobar que había muchos interesados en leer lo que escribía, e incluso, que había muchos a los que le gustaba lo que hacía. Por eso decidió crear este blog, al que él llamaba  «vida paralela», esa que le alejó de su vida terrenal y que le hizo sentir importante, y, sobre todo, le hizo creerse escritor.

Ahora que ya ha tenido un millón de visitas – ¡UN MILLÓN! – es hora de descargar la tensión y el miedo acumulado, y de poder decirlo, al fin. Él mismo sabe que hará daño a mucha gente, que otros se sentirá defraudados, pero tiene que hacerlo:

Él no escribía nada de lo que al blog subía… Se lo hacía su negro, ese ser oscuro que contrató para que escribiera sus relatos y sus cuentos mientras él dormía plácidamente en esa cama que compartía con esa que, sin duda, sería su musa si él escribiera. Pero no era así, por desgracia. Fueron varios amigos y amigas los que hicieron los relatos, los cuentos, los desvaríos… Gente anónima que así quiere seguir, pero él no puede más y tiene que contarlo.  NADA DE LO QUE AQUÍ LEÉIS ES SUYO, SINO DE SU NEGRO… DE SUS NEGROS.

Así que, si queréis conocer sus nombres, y con ellos, su gran secreto, no dudéis en pichar en este enlace   http://josaliteraria.wordpress.com