Recuerdo una vez, en aquella calle Ecuador donde tan bien lo pasé con mi familia (nosotros y “los listos”) uno de los regalos que más recuerdo. Me lo hizo mi padrino – él se lo pidió a los reyes – y era una caja de sheriff, con su placa, su correaje – me encanta esta palabra – con sus pistolas, una escopeta, esposas, gorro… Tenía de todo, pero lo mejor era esa placa… ¡Me encantaba!
Gracias padrino
si ahora le regalas esto a un chico te dicen que estás fomentando la violencia ¡cuánto daño han hecho los progres!
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