cuando estoy contigo la hora es lo de menos. Ahí, en esos momentos, no tacho las horas, ni los minutos, ni los días… Esos me dan igual. Tan solo tacho los besos que no me has dado y que, por ende, no volverás a darme nunca más.
Así es hay mucho fanfarrón, pero los gallitos de corral en la calle después se vuelven corderillos en casa. Lo…
DEJA TU COMENTARIO (bueno o malo)