EL CUENTO DE LAS MONSTER HIGH (LA MUÑECA DE FRANKIE)

Hoy es el cumple de alguien muy especial para mí, alguien que adora a esas muñecas y que ha hecho que me gusten a mí también. Espero qeu le guste este regalito.

PARA IMPRIMIR………..UN REGALO ESPECIAL PARA FRANKIE STEIN.

En el país de las Monsters High esa era una noche de nervios… Muchos nervios.

Frankie Stein cumplía años y estaba muy nerviosa a la espera del regalo que sus papás le harían. Su madre le había dicho que por fin iba a tener el regalo que siempre había deseado. El sueño de todas las Monsters High se iba a cumplir al fin.

–          Papi – preguntó Frankie antes de irse a la cama – ¿es verdad que por fin me vais a hacer ese regalo?

–          Sí hija mía – dijo su papá, muy orgulloso

–          ¿y por qué estás tan triste? – preguntó ella, acariciando ese tornillo gigantesco que atravesaba su frente verde

–          No estoy triste cariño… Estoy muy orgulloso. Al fin se va a cumplir tu sueño

–          Sí…. Tengo muchas ganas. ¿Es muy guapa mi muñeca?

–          Sí, es muy, muy, muy guapa… Y muy buena. Te va a hacer muy feliz, ya lo verás.

Tan nerviosa estaba Frankie que esa noche había invitado a dormir a su caja de cartón a su amiga Draculaura. Algo tan especial tenía que compartirlo con ella, la única amiga que le quedaba en ese viejo barrio de las Monsters High.

Draculaura y Frankie no podían dormir. Estaban tan nerviosas que era imposible que pudieran cerrar sus ojos, y menos aún sus bocas, para disgusto del pobre Frankenstein.

-¡Chicas, tenéis que dormir!

Draculaura y Frankie no podían hacerlo. Estaban muy nerviosas, pensando en ese regalo que por fin iban a tener por su cumpleaños… ¿Cómo sería?

–          ¿imaginas Dracu? – preguntó Frankie entre susurros – por fin podremos jugar con una de ellas. Jugaremos al insti, a echarnos novio, a maquillarnos, a hacer deporte, a viajar

–          Sí, va a ser superdivertido – contestó Draculaura

–          ¿Imaginas que no nos gusta? ¿Imaginas que no es tal y como pensamos?

–          Tiene que serlo Frankie. Dicen que son majísimas y que nos hacen disfrutar muchísimo

–          Ojalá sea verdad

–          Tienes que creer Frankie

–          ¿tú crees?

–          Claro que creo. Mi papá me lo ha dicho, y mi mamá. Es el mejor regalo del mundo. Alguien  con quien jugar, que es el sueño de toda monster

–          Tienes razón.

Así, imaginando su regalo, su cara, su cuerpo y su voz, consiguieron quedarse dormidas.

Fue a la mañana siguiente cuando algo extraño les hizo alertar. Ya era el día de su cumpleaños, y Frankie estaba tan nerviosa como emocionada.

La caja donde siempre dormía estaba oscura. Era como si su ventana hubiera sido cerrada con una persiana multicolor, una persiana extraña que nunca antes había visto allí.

El ruido de fuera le hizo asustar también, y estirando su mano, consiguió llegar hasta la de su amiga, que estaba igual de nerviosa y asustada.

Afuera se oían extraños ruidos. Eran voces desconocidas pero que le cantaban el feliz cumpleaños.

“Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz… te deseamos todos… cumpleaños feliz”

–          ¿no es la voz de mi papá, verdad?

–          No – dijo Draculaura – Frankie, yo creo que es ella

–          ¿quién?

–          Tu regalo

–          ¿siiiiiiii? Qué voz más bonita tiene

–          Calla, calla, que parece que se acerca

–          ¿no tienes ganas de verla, Dracu?

–          Síiiiiiiii

 

Frankie y Dracu estaban tan nerviosas que apenas si podían abrir los ojos de la emoción. Al fin iban a conocer su regalo soñado, esa muñeca con la que podrían jugar todos los días, esa muñeca que se convertiría en su nueva mejor amiga, y en el centro de sus vidas.

Las palabras que oían eran de emoción y nervios, y, de pronto, la cortina multicolor se abrió, y ante ellas apareció una cara gigante que las miraba emocionadas.

Tenía unos ojos grandes y redondos, una nariz pequeña, con pecas a su alrededor, y un flequillo medio rubio, medio moreno, sobre su frente y ojos.

Su mirada era emocionante. Guardaba silencio mientras miraba a Frankie a los ojos, y, de pronto, rompió a gritar abrazándose a la caja y apretándola contra su pecho.

–          ¡Gracias, mami, gracias papi…. Son Frankie y Draculaura… Mis preferidas!

Carmen, que así se llamaba su nueva muñeca, era tan dulce y amable como le había dicho su papá, y las sacó de la caja con tanto cuidado como cariño.

Frankie y Dracu estaban locas de alegría. Su nueva muñeca no las dejó ni un momento y estuvieron jugando juntas todo el día.

Con ella descubrieron cosas nuevas, y, para mayor sorpresa, se encontraron con sus viejas amigas Lagoona, Toralei, Abbey, Clawdeen, Ghiulia, Nephera y la mandona Cleo… También estaban allí Deuce y Gordon, y juntos pasaron el resto del día.

Al lado de su nueva muñeca Carmen descubrieron más niñas con las que jugar, aprendieron a leer, a escribir y a jugar, pero sobre todo, aprendieron a ser queridas de verdad.

Carmen, su nueva muñeca, las quería de corazón y ellas sabían que cuidaría siempre de ellas… De todas ellas.

Esa noche Frankie durmió en la cama con su nueva compañera, y estuvieron hablando toda la noche. Era curioso, pero parecían conocerse de toda la vida ya que Carmen sabía qué era lo que Frankie estaba pensando en todo momento.

 

Y colorín colorado

Este cuento aún no ha terminado.

¡FELICIDADES CARIÑO!