
en la que no recuerde
aquella vez que tu espalda
se hizo mía,
y con ella tu cuerpo entero.
Desde esa noche
no he dejado de soñarte a mi lado,
para toda la vida,
y es ahora cuando puedo disfrutarlo
porque puedo verte a mi lado,
con tu espalda desnuda,
sin tener que soñarlo más… Aunque no estés conmigo todas las noches
las espaldas solo le gustan a los maricones. Un hombre de verdad prefiere la parte delantera, los pechos, las piernas y no sigo. Eres muy gay?
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