A un arbolito, en el cole de los arboles, le dijeron que lo que él quería era imposible.
– Los árboles, querido – le dijo la señora profepino – no podemos vivir en el agua, sino cerca del agua
Lejos de allí unos árboles se reían de la palabra imposible, pero nadie los podía ver ni oír, ni siquiera ese arbolito al que querían cortar su sueño de ser como ellos… Simplemente eso. ¡Que nadie te quite tus sueños! ¡Todo es posible!
Todo empezó cuando mi madre me trajo un imán de Israel. Ella sabe que me gustan. Cuando vi el imán representando un país, fue cuando se me ocurrió quitar los que tenía en el refrigerador y empezar a coleccionar imanes de ciudades o países. La tarea sería para mis amigos cercanos que viajan mucho, que me trajeran un imán y que de preferencia viniera sellado el nombre del lugar visitado. Algunos se reían y me decían que pidiera otra cosa, no algo tan sencillo. Les contestaba que no les pesaría en su equipaje y que además eran muy prácticos porque no ocuparían tanto espacio en otras partes de mi casa.
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