LOS AMANTES CAP 22.1 viendo la tele

Mirara donde mirara Javier veía el cuerpo de Marga por todos lados. En la calle, en un libro, en una revista… Hasta en ese extraño documental de la fría antártida. Mirando ese extraño glaciar comprendió que Marga no era un simple juego como él mismo hubiera querido que fuera. Mirándolo y recordándola se asustó por vez primera. Esa mujer había entrado con fuerza en su interior, y no podía dejar de pensar en ella en ningún momento del día o de la noche. Ella misma se empeñaba en decirle que era físico, que no era amor, que ella no era mas que un polvo para él… ¿Que era físico, que era una atracción muy fuerte…? ¡Pues claro que sí! El amor tiene que ser físico, incluso químico – pensaba él, recordándola, mirando de nuevo las curvas de ese glaciar que tanto le recordaron a ella y a la tarde que habían pasado en esa habitación de hotel. Ella estaba en todos lados ya. En su día a día, en su boca, en sus ojos, en su piel, y, lo peor de todo, en su trabajo.

Javier cogió el teléfono. Ya no le importaba la hora, ni que pudiera descubrirlo Carlos… Tenía la necesidad de saber de ella, de saber que seguía pensando en él, como ella misma, y empezó de nuevo el juego porque Marga respondió en menos de dos segundos… Marga estaba esperándole, y eso le encantaba.

 

Javier: Te deseo tanto

Marga: yo más

 

ESTA TARDE CAPÍTULO 22.2: WHASAP