Cuando le dijeron que solo le quedaba un treinta por ciento de su corazón los que lo conocían no lo podían creer.
¿Tanto? – pensaron todos, emocionados – Creíamos que ya lo tendría gastado de tanto usarlo. Si a nosotros nos lo ha ido regalando año tras año…
Uno a uno, todos los que le rodeaban, fueron devolviéndole un trocito de lo que él les había regalado hasta que él consiguió sentirse mejor.
Gracias Josa de nuevo precioso el abuelo se ha emocionado
Me gustaMe gusta