Estaba completamente dormido cuando el sonido del teléfono me despertó. Aún fuera de mí alargué la mano, conseguí cogerlo y lo descolgué, dejándolo sobre la mesilla. No tenía ganas de hablar con nadie a esas horas… La pantalla azul del despertador mostraba la hora: las cuatro menos veinte. ¿Quién coño sería? – pensé, mirando el aparato descolgado y oyendo una extraña respiración mezclada con una extraña voz de locutor de fondo. La respiración era nerviosa, pero tranquila. El interlocutor estaba excitado, pero ya más tranquilo, como si hubiera estado esperando hasta saberse seguro de poder decir lo que quería. Eso me asustó. De pronto, casi entre susurros macabros comenzó a hablar.
¿Recuerdas aquella noche cuando, entre muchas copas y no menos cigarros, me hablabas enfadado porque a tu hermosa mujer no la dejaban en paz todos esos malditos moscones que siempre iban tras ella deseando hincarle el diente? Al principio sonreías, hablabas de ella y de todas sus virtudes, de su bondad, y de ese cuerpo casi maldito que a todos volvía locos, incluido a ti.
¿Recuerdas lo que me dijiste después?
¿No lo recuerdas?
Piensa, piensa…
¿No lo recuerdas? ¿Seguro?
¿No recuerdas a aquel rubito engominado, vestido con esa camisa de Pedro del Hierro rosa que no dejaba de babosearla?
Ahora sí lo recuerdas ¿verdad?
Yo también. Dijiste que si pudieras lo matarías
¿Lo recuerdas ahora?
Pues bien, amigo, me debes una… Y me la tendrás que pagar.
Hay que tener mucho cuidado con quien se habla y con quien uno se desahoga. A veces utilizamos frases literalmente sabiendo que jamás lo vamos hacer. Pero hay personas que se lo toman al pie de la letra y despues ocurre lo que nunca debio de ocurrir.
qué bueno josa
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fill de putas
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ahhh que miedo das a veces
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Hay que tener mucho cuidado con quien se habla y con quien uno se desahoga. A veces utilizamos frases literalmente sabiendo que jamás lo vamos hacer. Pero hay personas que se lo toman al pie de la letra y despues ocurre lo que nunca debio de ocurrir.
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macabra atmósfera la que has creado en torno a ese teléfono. Muy buena foto
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a veces me pones la piel de gallina
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