Marcella Pattyn, fallecida a los 92 años, era la última representante de la una de las experiencias de vida femeninas más libres de la historia, según los expertos. En la Edad Media, entre la rigidez de los estamentos religiosos, empezaron a aparecer comunas de estas mujeres que iban por libre, eran democráticas y trabajaban para obtener su propio alimento y hacer labores caritativas. Eran comunidades de mujeres espirituales y laicas, entregadas a Dios, pero independientes de la jerarquía eclesiástica y de los hombres. Surgieron en un momento de sobrepoblación femenina, cuando dos siglos de guerras habían acabado con una gran proporción de los hombres y los conventos estaban colmados como la alternativa al matrimonio o a la clausura. Corría el siglo XII y las comunidades de beguinas, mujeres de todas las clases sociales, empezaron a extenderseen Flandes, Brabante y Renania. Gracias a las labores que hacían para la comunidad, eran enfermeras para los enfermos y desvalidos y maestras para niñas sin recursos, e incluso fueron responsables de numerosas ceremonias litúrgicas, muchas familias adineradas les dejaban herencia y mujeres ricas se instalaban en beguinages. La mayoría de hermanas practicaban algún arte, especialmente la música –Pattyn tocaba el piano, el órgano y el acordeón-, pero también la pintura y la literatura. Los expertos consideran a poetas como Beatriz de Nazaret, Matilde de Madgeburgo y Margarita Porete precursoras de la poesía mística del siglo X VI, además de las primeras en utilizar las lenguas vulgares para sus versos en lugar del latín. Vivían en celdas, casas o grupos de viviendas, declaradas patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998, y podían abandonarlas en cualquier momento para casarse y formar una familia, pero a nivel espiritual no se casaban con nadie más que con Dios y los más desfavorecidos. También formaban partes de estos grupos mujeres casadas que se identificaban con el deseo de llevar una vida de espiritualidad intensa en los beguinages de sus ciudades.
MARCELLA PATTYN, LA ÚLTIMA DE LAS BEGUINAS

Descanse en paz,que majica
Me gustaMe gusta