Hay momentos en los que lo imposible deja de serlo, en los que lo irrealizable se hace físico, y en los que lo incoloro recupera todos los colores. Es ese momento mágico cuando dos bocas quieren juntarse pero saben de la imposibilidad del evento… En ese momento los sentimientos se hacen líquido, y, lentamente, se escancian sobre el frágil vaso del deseo, llenándolo hasta desbordarlo. Entonces, nace entre ellos una cascada de salivas alcalinas que arrasa con todo y después… ¿Después? Después ya todo es posible… ¡Todo!
Me encanta
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