María era la mujer más triste del pueblo. Muchos decían que no tenía motivos para ello. Tenía un trabajo, tenía hijos ya casados, y tenía un marido. Lo que no sabía nadie era que María se sentía la mujer más sola del mundo… Y es que no hay peor viuda que esa que duerme todas las noches con su marido.
No sé qué decir. Me he emocionado
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