Mientras esperamos calentitos en casa para despedir el aňo hay 30 personas en el mar, entre ellos mujeres y niňos, que han decidido empezar el aňo arriesgando su vida para que, cuando lleguen, les miremos como si fueran perros.
Ojalá tengan suerte y, al menos, lleguen vivos… Aunque luego entiendan que este paraíso es otra forma de infierno.