El otro día escuché a alguien decir que uno no se muere cuando echa el último de sus alientos… Uno muere después.
Esa afirmación (o negación – cada uno la ve como quiere) llamó mi atención, y seguí prestando atención porque sabía que eso que decía no podía terminar así, como la propia muerte de la que estaba hablando. Según esa persona – y de ahí el encanto de sus palabras – uno se muere del todo justo un momento después de dejar de respirar, precisamente cuando esa persona que te tiene cogida la mano, echa su cara sobre tu pecho, y grita tu nombre por última vez.
no sé qué decir
Me gustaMe gusta
andamos algo cabizbajos ¿verdad?
Me gustaMe gusta
por cierto. Cuando pasa el tiempo, esa persona vuelve a vivir, y lo hace justo en el momento en el que al repetir su nombre, y pensar en él, por primera vez se te ilumina una sonrisa de esas que llamamos SINCERAS.
Me gustaMe gusta
el gran josamotril comentando. Por cierto qué bonito comentario
Me gustaMe gusta
Por primera vez se te ilumina una sonrisa de esas que te llenan de paz e ilusión y alegría al volver a recordar algun detalle, alguna anécdota, alguna expesion que utilizase muy frecuente, algun gesto, el sonido de su voz…. hay tantos momentos para mantener viva a esa persona que por eso imposible morir del todo.
Muy bien escrito “una sonrisa sincera “
Me gustaMe gusta
triste, muy triste demasiado para un día tan frío como el de hoy
Me gustaMe gusta
a mí me encanta, y más el comentario
Me gustaMe gusta
JO QUÉ BONITO ESCRIBES VECINO DE SEVILLA
Me gustaMe gusta