Yo, como Picasso, escribo sólo a la gente que me gusta, y la escribo como la pienso, y no como la veo. Reconozco que es más fácil así, y, también puede que sea así porque siempre tuve claro que nunca supe del todo escribir… En cambio siempre tuve muy claro que lo mío era soñar. Para eso siempre fui un genio…Y ahora, para colmo, estás tú: la chica de mis sueños, despierto, o dormido.