Yo quería ser un mago de los buenos, de esos que sorprenden y enamoran, pero a su lado me sentía como un mal truco… En realidad era ella el único mago en nuestra relación.
Yo le escribía poesías,y le mostraba mi admiración, pero ella… Ella siempre me hacía desaparecer de su lado. Además, sin barita mágica; tan sólo con esas palabras mágicas que tan bien pronunciaba:
“Nada por aquí, nada por allá”
Eso era yo para ella.
nada por aqui nada por alla, me encanta
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