Lo hermoso de esta vida (¡y fuera tristezas!) es mirar a alguien (al principio no hace falta mas que mirar) y que te coman los nervios, que te cieguen las mariposas, que te den ganas de hacer tonterías, que te deje sin palabras, que dibuje horizontes sin final, y que, al mirarla, no se te quiten las ganas de mirarla…
… Y es igual si es rubia o morena, alta o baja, joven o menos joven…