Érase una vez una niña que empezó a reconocer – que no comprender – la otra parte de la vida… La muerte.
Querida niña, esto de vivir es un regalo. Regálate a todo el que te rodea… Haz de todos ellos un regalo para ti… Y recuerda que vivir es lo más bonito que te puede pasar en esta vida.
¡Vive, querida Cruz, sumérgete en la mayor de las aventuras!
Pdta: y si puedes, no hagas mucho caso: ¡No crezcas del todo!
La muerte las enfermedades terminales…duele cuando se viven. Por eso que disfruten los niños de ser niños, que rían, que se diviertan, que hagan locuras, que vivan aventuras reales e imaginarias, que disfruten a tope.
Pues los momentos malos, desagradables, también llegan.
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