COLECCIÓN GRANDES PERDEDORES DE LA HISTORIA: HOY LE TOCA A LUZ LONG

Siempre vimos la hazaña de Jesse Owens, ganando la medalla frente a Hitler… ¡Un negro! Y a todos nos pareció maravilloso, pero muy pocos hemos pensado nunca en la historia del gran perdedor, de aquel favorito, de aquel del que todos esperaban la victoria ante un inferior.  Y ese no fue otro que Luz Long.

Sorprendentemente estos dos rivales se hicieron grandes amigos, hasta el punto de que el padrino de la boda del atleta alemán fue precisamente el mítico Jesse Owens. En la fase de clasificación para la final los jueces no estaban siendo muy justos con el atleta de color, al que habían penalizado en sus dos primeros saltos. Fue precisamente Luz quien le dijo a Jesse lo que tenía que hacer para que no le eliminaran: “No te acerques tanto a la raya. Si lo haces te suspenderán”.

Al día siguiente es la gran final, salta Luz y se va a los 7,87m., salta Jesse y se catapulta hasta los 8,06m, batiendo el record olímpico y colgándose la medalla de oro. Entonces el estadio queda… ¡Imagina! ¡Un negro!, pero  más que por el salto en sí, se indignan por la reacción de Luz, que salta de alegría como si lo hubiera conseguido él. Desafiando a todos, y, sobre todo a Hitler, se va para su amigo para fundirse en un abrazo con él. Entonces Hitler – imagina el cabreo – se va del estadio para no felicitar al americano en la entrega de medallas. 

Este gesto no quedaría sin castigo, ya que, cuando explota la guerra, Luz es movilizado excepcionalmente, ya que todos los atletas alemanes de elite están exentos de ir a la guerra. En cambio él tiene que ir por culpa de ese gesto de amistad y provocación.

Fue herido en Sicilia y murió como consecuencia de las heridas. Terminada la guerra Owens fue a Alemania para conocer la familia de este gran hombre, atleta, y amigo.

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