Abro los ojos y te veo a través de la ventana medio abierta. ¡Ahí está! ¡Ahí estás! Un día más ha vuelto a salir el sol de tu pelo… Otra vez.
Tranquila, no diré nada. Guardaré el secreto de tu pelo otra vez. No quiero que te roben aún. Quiero que sigas siendo solo mía… Aunque me da a mí que ya alguno más lo sabe… No pueden estar tan ciegos.