Aunque alguien os caiga mal puede enseñaros muchas cosas. Un ejemplo es Piqué, el futbolista, que se siente catalán, y no español, y siempre criticó la falta de respeto de muchos hinchas españoles cuando insultaban un sentimiento como el catalán. Ayer, en Cataluña, hizo lo mismo con los catalanes que insultaban a España, cuando lo más fácil hubiera sido callar.
Eso es ser coherente y consecuente. Intentad ser así y cambiarán muchas cosas