
Ellos no tenían una historia de amor… es verdad. Lo suyo era otra cosa. Para muchos allí no había siquiera una historia, ni tampoco amor, ni “na, de na”… Podría decirse que lo suyo era otra cosa que solo ellos dos reconocían, y a la que – ellos mismos – llamaban “las aventuras de Asterix“
Y es que él la llamaba a ella “la irreductible gala“… porque, por más que lo intentaba, nunca consiguió doblegarla, y hacerla suya. Ella, en cambio, le llamaba a él “el inagotable romano“, porque, por más que ella lo derrotó, diciéndole que no, él nunca se cansaba de intentarlo.
buenísimo. ESa tía te hizo poco caso
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siempre hay alguien irreductible en tu vida. Me encanta esa palabra
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NO DEJAS DE SORPRENDER
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jajajajaja
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bonita manera de decirle a esa chica lo mucho que te gustó. Gracias en su nombre
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ME GUSTA ESO DE LA IRREDUCTIBLE GALA Y EL INCANSABLE ROMANO, PERO POBRE ROMANO CON LA DE PALOS QUE SE LLEVA JAJAJA
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qué chulo
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