
En tu cabeza se han jugado miles de partidas desde que eres niña, es verdad. Pero eran partidas de tres en raya, de parchís, de la oca, de cinquillo, de solitario… Y, aunque perdías algunas, ganabas casi todas. Y eso te hacía sentir fuerte ¿Verdad?
Ahora tu mundo ha cambiado, y también el juego. Ahora se está jugando una partida de ajedrez en tu cabeza, pero tú solo aprendiste a jugar a las damas. Ahora tú llevas las blancas, y, por más jugadas que piensas – y repiensas – las negras no hacen más que comerte piezas y dejar tus campo arlequinado vacío…
Sigue jugando, pero aprende a jugar. Analiza cada jugada de tu contrincante, aprende de él y contraataca… Es verdad que será muy difícil vencerle, pero sí es más fácil que puedas quedar en tablas…
Con un adversario como la ansiedad quedar en tablas es la mejor de las victorias.
“Pa la Consu”
La ansiedad no es tan “mala”. Lo malo es el juicio que hacemos de ella.
PUEDES COMPARTIRLO SI TE GUSTA. TIENES PERMISO
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...