EL PAN DE POYA
Una de las figuras de la literatura renacentista es el rico panadero Cisti, protagonista de la novela del Decamerón, que se permite dar una lección existencial nada menos que al noble Geri Spini, banquero del Papa.
En la época medieval en muchas familias el pan se preparaba en casa, pero como la mayoría carecía de horno para cocerlo, el panadero era quien cocía la masa preparada por las mujeres, que le daban como recompensa por su trabajo n pequeño porcentaje del producto, de tal modo que él pudiera revenderlo y conseguir así una ganancia. A ese pan se le llamaba en España, el pan de poya.
En algunas zonas de Italia – en el Piamonte- la ley establecía que debía ser el mismo panadero quien se acercase a las familias a recoger la masa preparada, para luego, una vez cocida, volverla a llevar a su destino.
JOSAYSUSCUENTOS (JosaMotril) 
Tengo muchos amigos españoles de buenas familias como quien dice de la alta sociedad. Lo digo es porque son personas de mente sana y abiertas no las veo ubicadas en la personalidad de quien escribió el articulo que dice «ESTAMOS HARTOS QUE LOS EXTRANJEROS NOS TILDEN DE RACISTAS»
que debemos ser nosotros quienes nos acomodemos a las reglas.
Opino que hay parte de razón en acomodarse a las reglas, leyes de cada país; pero será que las reglas y las leyes de ESPAÑA es que la mente de sus ciudadanos sea malvada, racista y despectiva con todo lo que tenga que ver con los extranjeros?
Soy un diseñador gráfico pero no por eso soy ajeno a dichos temas y para mi es obvio que una sociedad es apetecida por los inmigrantes porque hay una demanda laboral y ESPAÑA es una de estas sociedades. Esto se da porque sencillamente no hay quien realice un sin número de trabajos o servicios y lógicamente porque ven los inmigrantes una oportunidad mejor de «vida» allí que en su país original. esto incluso es avalado por grandes empresarios de esa nación por diferentes motivos que pueden ser: costos( no pagar prestaciones y todo lo que exige la ley) otro motivo puede ser porque no encuentran una calidad de prestación del servicio en la mano de obra de la comunidad local y es tanto así que inclusive se arriesgan a tener sanciones por parte de la ley que rige estos principios.
Me gustaMe gusta
[…] simpáticos, como el pan de poya, pero que al final vienen a decirnos que era una mihilla de pan que se entregaba al panadero a cambio de que te dejara usar su horno. ¡Pero tampoco mucho, que al final el buen hombre no […]
Me gustaMe gusta