COSAS DE NUESTRA INFANCIA: EL GRITO DE TARZÁN

33yo soy de los 70. ¿Quién de esa década no ha jugado a Tarzán? y ¿quién no ha imitado alguna vez el famoso grito del gran Johnny Weissmüller? Queramos o no, fue parte de nuestra infancia

El grito de Tarzán reinaba en la jungla, pero no cautiva a los burócratas de la Unión Europea, que se han negado a convertir el famoso alarido en una marca registrada.

Los herederos del escritor estadounidense Edgar Rice Burroughs, creador del legendario hombre-mono, quieren patentar el chillido en la UE, sabedores de que pueden amasar una fortuna por el uso del grito en vídeo-juegos, anuncios y sintonías de teléfono móvil.

Pero tras una batalla legal de diez años, los responsables del legado de Burroughs (1875-1950), cuyo personaje vio la luz en el libro Tarzán de los monos (1914), se han topado con las reticencias de la Oficina para la Armonización del Mercado Interior (OAMI), el registro europeo de marcas con sede en Alicante.

El organismo se ha negado a registrar el alarido, en respuesta a la solicitud de la empresa londinense de propiedad intelectual RGC Jenkins & Company, que representa en el contencioso a los herederos del padre de Tarzán, según publica el diario The Times.

No hay quien ponga notas al grito

En la solicitud, Edgar Rice Burroughs Incorporated (sociedad de los herederos), incluyó dos imágenes que representaban el sonido de la llamada del hombre-mono: una de la onda del sonido y otra de un espectrograma (gráfico) de las frecuencias del grito.

El espectograma, por cierto, procede de la primera película sobre el hombre blanco criado entre monos protagonizada en 1932 por el mítico nadador y actor estadounidense Johnny Weissmuller (1904-1984), acaso el Tarzán más famoso de la historia de Hollywood.

Sin embargo, la OAMI argumenta que el chillido no puede registrarse como marca porque no cumple varios criterios.

El registro aduce que el espectograma no explica con claridad el sonido y el grito tampoco puede ser transcrito a notas musicales.

«Es imposible -sostiene la OAMI- reconocer en la imagen aportada si el sonido representado es una voz humana u otra cosa, como por ejemplo, la melodía de unos violines, unas campanas o el ladrido de un perro».

«Nosotros mantenemos que cualquiera que tenga entre cinco y 105 años de edad y que escuche el sonido, dirá que es Tarzán», afirmó James, al subrayar que «existe mucho interés» de gente que desea utilizar el nombre y el peculiar grito del hombre-mono.

Igual no es humano

Pero los herederos no se rinden y Stephen James ha vuelto a enviar una nueva solicitud a la OAMI, incluyendo esta vez un archivo sonoro del alarido, con la esperanza de un veredicto que les dé la razón.

Aunque Tarzán es uno de los personajes más conocidos del mundo, el origen de su grito sigue constituyendo un misterio.

Johnny Weissmuller solía decir que inventó su inconfundible alarido inspirado por los cantos tiroleses, a los que fue muy aficionado en su infancia.

No obstante, la Metro-Goldwyn-Mayer alega con frecuencia que sus expertos de sonido amplificaron el grito de Weissmuller con varios ruidos animales. Aunque otras teorías aseguran que la Metro echó mano de un tenor operístico.

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