Si el sistema educativo fuera de verdad bueno habría algo que nos enseñaría de mejor manera. Ese sistema no dejaría que las buenas personas pensaran eso de que «los malos siempre salen ganando».
Un buen sistema educativo enseñaría que el hecho de seguir siendo bueno toda la vida, pensar en los demás, intentar ayudar y nunca ser mala persona, ya es ganar.
El sistema educativo se ha quedado obsoleto en muchos puntos.
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