EL SACRÍLEGO

-Arrepiéntete, hija, y pide perdón a Dios, tu Señor.

-¿Por qué habría de disculparme ante él? ¿por vivir desde niña en la calle, por haber sido violada una y otra vez, por no haber tenido padres y caer en el alcohol, o por haberme tenido que buscar la vida que me negaron vendiendo mi cuerpo a gente como usted?

-Sí, hija. Todos tenemos que pedir perdón a Dios. Tú, además, más que nadie, pecadora.

-Padre, ¿no cree que si su dios existiera, tendría que ser él quien se disculpara ante mí? Y usted, como su representante en la tierra, también.

-¡Sacrílega!

-¡Hipócrita!

DEJA TU COMENTARIO (bueno o malo)

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.